retratos de amigues
Retratos que no fueron parte de ninguna serie cuando fueron pintados, pero conforme pasaron los años, valió la pena presentarlos todos juntos como una serie.
Algunos los disfruté otros los padecí pero ahora igual me gusta mirarlos y ver cómo se ven todos juntos.
El primero es mi amigo Talo, guitarrista de las Suicide Bitches, en la prueba de sonido de una tocata en el bar La Cantera como el 2010 que tocamos con un proto Adelaida que hacía covers de Joy Division. La pintura la hice el 2011. Acrílico sobre tela.
El segundo es el adorado Jorge González, figura cada vez más importante de mi diario vivir. La pintura la hice el 2015 y es acrílico sobre tela, hoy perteneciente a la colección de Angie Vial.
El tercero es un retrato de mi significant other, La Coté Cifientes, tomando un shopcito en el patio de un bar en Lo Prado el 2014, después de la tocata debut que tuvimos con Parálisis del Sueño. Maravilloso el contraste de su hermosura con el desastre que hay detrás. Pintado el 2018, en el taller del pintor Elier Revillard, quien me ayudó con la técnica del sobao. Mide 40 x 60 y es óleo sobre lino.
Creo que esta serie crecerá, porque siempre hay un alguien que te usa bien una chaqueta de cuero y que vale la pena ser retratado, por ejemplo Benno Von Archimboldi.
Algunos los disfruté otros los padecí pero ahora igual me gusta mirarlos y ver cómo se ven todos juntos.
El primero es mi amigo Talo, guitarrista de las Suicide Bitches, en la prueba de sonido de una tocata en el bar La Cantera como el 2010 que tocamos con un proto Adelaida que hacía covers de Joy Division. La pintura la hice el 2011. Acrílico sobre tela.
El segundo es el adorado Jorge González, figura cada vez más importante de mi diario vivir. La pintura la hice el 2015 y es acrílico sobre tela, hoy perteneciente a la colección de Angie Vial.
El tercero es un retrato de mi significant other, La Coté Cifientes, tomando un shopcito en el patio de un bar en Lo Prado el 2014, después de la tocata debut que tuvimos con Parálisis del Sueño. Maravilloso el contraste de su hermosura con el desastre que hay detrás. Pintado el 2018, en el taller del pintor Elier Revillard, quien me ayudó con la técnica del sobao. Mide 40 x 60 y es óleo sobre lino.
Creo que esta serie crecerá, porque siempre hay un alguien que te usa bien una chaqueta de cuero y que vale la pena ser retratado, por ejemplo Benno Von Archimboldi.
