poemas dentales vol.1

Another one bites the dust / Otro Muerde el polvo
Wladymir Bernechea
 
La imaginería de la publicidad ha creado y masificado comercialmente una visión hegemónica de la dentadura. Todas parejas, brillantes y relucientes, como pequeños diamantes, unos iguales a otros. Caso muy distinto a la valorización en oriente, particularmente Japón, donde a la dentadura se le atribuye un valor estético positivo, considerando la variación y desnivel de cada pieza incrustada como un atributo de belleza. Esta visión indudablemente es mucho más cercana a la realidad que vivimos a diario. Cada diente es distinto a otro dependiendo de la persona, por lo que de una manera u otra afecta la visión de sí mismos. Esta característica también remite a la funcionalidad de cada diente, como el clásico “choclero”.

En Poemas dentales de Javier Mansilla podemos ver distintas dimensiones de los dientes. Por un lado, las características particulares de cada individuo en relación a estos, a través de una serie de poemas producidos mediante la acuciosa observación de la singularidad dental de personas y cómo estas son determinadas visualmente en esta característica; y por otro lado, la subversión de la funcionalidad de los dientes hacia el terreno escultórico. En este último, la mordida se establece, más allá de su función específica, como una herramienta de modelado tridimensional, donde las materialidades u objetos como chicles y tapas de lápices –que iconográficamente forman parte del imaginario de cosas que inconscientemente son mordidas– se ven transformadas en pequeños ready-mades escultóricos construidos en torno a la marca que deja el ser aplastados por una dentadura.
 
De alguna manera podríamos decir que todos los objetos que presenta Mansilla adquieren la forma de él mismo. Su dentadura siendo gastada, o más bien ampliada a una función artística a través de la utilización de los dientes como herramientas constructivas. Si bien las formas de los objetos resultantes son independientes en sí mismos dentro de su visualidad, la huella del autor queda presente inevitablemente mediante el gesto causado entre el choque del diente y el soporte.

De esto se puede establecer que Poemas Dentales de Javier Mansilla es una apología a una característica común de todos, una especie de huella digital que forma parte fundamental de nuestra percepción propia y la forma en que vamos marcando y mordiendo el mundo. Una forma en que Mansilla, mediante el gesto bucal, deja una huella. Y como diría Queen: «que otro muerda el polvo».